La experiencia digital y el futuro de la observabilidad
- Gestión de apps
En los últimos dos años, se ha producido un gran revuelo en torno a la observabilidad en el mundo de las operaciones de TI y DevOps. Como abreviatura para proporcionar mejores conocimientos, la observabilidad ha experimentado un aumento paralelo al de las arquitecturas distribuidas, las aplicaciones nativas de la nube y los entornos de TI cada vez más complejos asociados a ellas.
A medida que terminamos 2022 y entramos en el nuevo año, hay pruebas de que la observabilidad está ganando adeptos entre las operaciones de TI y ha empezado a despegar, con el mercado alcanzando una mejor comprensión de lo que es la observabilidad y por qué es importante. Esta adopción más amplia ofrece un momento para reflexionar sobre el impacto de la observabilidad hasta ahora y cómo seguirá evolucionando en el próximo año.
Aunque existe un debate continuo en el sector sobre lo que significa realmente la observabilidad y lo que debe incluir una plataforma de observabilidad, la mayoría de las personas del sector argumentarán que la observabilidad es la evolución de la monitorización y promete ofrecer respuestas más completas que la monitorización independiente. Gartner, por ejemplo, afirmó por primera vez en 2020 que la observabilidad es "la evolución de la monitorización". Pero ambas no son mutuamente excluyentes, y la observabilidad y la monitorización seguirán coexistiendo y cubriendo necesidades distintas para equipos diferentes en función de la información que necesiten sobre sus entornos y de cómo necesiten actuar en consecuencia.
Hasta ahora, la observabilidad ha tenido el impacto más considerable en el rendimiento de las aplicaciones y la supervisión de la experiencia digital.
Los días de las aplicaciones monolíticas han pasado a la historia. En su lugar, las aplicaciones modernas están altamente distribuidas, se construyen de forma nativa en la nube utilizando tecnología de contenedores, se organizan en torno a microservicios y aprovechan bases de datos en múltiples entornos de nube. Estas pilas de software cada vez más distribuidas han introducido una enorme flexibilidad para los desarrolladores, pero una enorme complejidad para los equipos de operaciones, lo que hace más difícil ofrecer una experiencia óptima al usuario final. Los equipos de DevOps encargados de crear y gestionar aplicaciones web personalizadas están bajo presión, y el resultado es que, como decía un artículo reciente de forma tan concisa, "los desarrolladores no quieren hacer operaciones".
La observabilidad ha proporcionado un bienvenido respiro a los equipos de DevOps que necesitan una visibilidad inteligente de sus entornos para determinar el rendimiento de las aplicaciones. Esto ha convertido el rendimiento de las aplicaciones en un objetivo clave para muchos proveedores de observabilidad.
Descubre la innovación
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