El lugar de trabajo digital impulsará el gasto en la nube en los próximos años
- Gestión de IT
En un documento reciente sobre el impacto de COVID-19 en los patrones de compra de tecnología, Gartner descubrió que, si bien es probable que el gasto en TI este año caiga en un 8%, es probable que aumente el gasto en computación en la nube.
La pandemia del coronavirus y los efectos de la recesión económica global están haciendo que los CIO prioricen el gasto en tecnología y servicios que se consideran "críticos para la misión" para el desarrollo del lugar de trabajo digital sobre las iniciativas destinadas al crecimiento o la transformación, explicó un portavoz de Gartner en un comunicado. A pesar de las medidas de ajuste del cinturón, se proyecta que muchas organizaciones aumentarán el gasto en computación en la nube pública.
“En 2020, algunos proyectos de transformación basados en la nube a más largo plazo pueden interrumpirse, pero los niveles generales de gasto en la nube que Gartner estaba proyectando para 2023 y 2024 ahora aparecerán ya en 2022”, dijo John-David Lovelock, vicepresidente de investigación de Gartner. Sin embargo, también está claro que muchos líderes empresariales no tienen claro el coste de la computación en la nube y cómo se utilizará en toda la organización.
COVID-19 ha cambiado mucho sobre la forma en que abordamos las construcciones de infraestructura y el soporte continuo en la empresa. En muchos sentidos, las organizaciones ven las oportunidades basadas en la nube como una alineación directa con los trabajadores remotos y la reducción de costes. A menudo se considera una oportunidad para que las organizaciones transfieran parte del capital y los gastos operativos que normalmente se consideran una pérdida.
Además, a medida que las plataformas y la tecnología subyacente se vuelven cada vez más avanzadas, desplaza la deuda técnica de la organización hacia el proveedor externo, lo que requiere menos recursos altamente especializados.
El problema del coste real se centra en Shadow IT y el alcance del proyecto. Tradicionalmente, añadir nuevos servidores y capacidad de almacenamiento requeriría una solicitud a través de un proceso de Control de cambios, donde varios pares de ojos en diferentes niveles de la organización determinarían qué impacto, tanto positivo como negativo, tendría el cambio en la organización.
Hoy, es tan simple y sigue un proceso de 3 pasos para lanzar una nueva instancia. Eso se vuelve costoso muy rápidamente, especialmente en organizaciones que realizan múltiples procesos de desarrollo de software que requieren entornos de prueba adicionales.
En 2020, más del 61% de las organizaciones iniciaron el proceso de migración a la nube. Sin embargo, el 58% lo encontró más caro de lo esperado y el 80% se sobrepasó el presupuesto debido a complicaciones inesperadas.
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