Cómo DevOps está desafíando a los equipos de testing
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El concepto de DevOps se ha convertido en una palabra de moda en los últimos años y muchas empresas no están seguras de su significado real. DevOps, la combinación de los equipos de desarrollo y los equipos de operaciones, se hizo necesario cuando nació SaaS (software-como-un-servicio), ya que los equipos de desarrollo debían entregar el software a sus propios equipos de operaciones en lugar de a los clientes.
Sin embargo, a menudo el equipo de operaciones consideraba que el producto no era apto para la producción y, con demasiada frecuencia, se podía producir un parón en el que el cliente y la propia empresa fueran los perdedores.
El equipo de desarrollo creía que el producto necesitaba cambiar, mientras que el equipo de operaciones creía que el entorno del servidor web era el problema.
Como resultado, nace DevOps, cuyo propósito original era que tanto el equipo de desarrollo como el de operaciones se comunicaran entre sí. DevOpps no sólo debía ser, sino que necesitaba ser automatizado a través del proceso de implementación. Hoy, DevOps se ha convertido en sinónimo de dos frases: entrega continua (DevOps pretende ofrecer un nuevo valor a los usuarios y hacerlo más rápido) y automatización (cuando las organizaciones entregan productos a los clientes cada pocos meses, el proceso de construir, probar, empaquetar y desplegar puede ser manual, pero en la entrega continua, donde se lanzan nuevas versiones varias veces al día, el proceso debe ser automatizado).
Velocidad de servicio
Cuando se habla de DevOps, el primer adjetivo que viene a la mente es rápido o velocidad. Debido a esto, la automatización es esencial: hacer varios cientos de pruebas manuales al día sería imposible.
El riesgo que es los equipos de DevOps solo miren internamente, reduciendo su énfasis en la experiencia del usuario en el proceso. Es probable que el equipo se centre en sus propios procesos en lugar de en los problemas a los que se enfrentan los clientes. Para evitarlo, las empresas suelen crean otro equipo, especializado en las pruebas de usuario y la experiencia del cliente.
Lograr un equilibrio entre centrarse en lo que pasa dentro y lo que se ofrece fuera lleva un tiempo (algunos hablan de entre uno o dos años), pero el beneficio vale la pena.
Otro problema de DevOps es que desde que el equipo de desarrollo y operaciones se unen, algunas empresas han eliminado los roles para crear una estructura de "todo el mundo hace todo". Esto en sí mismo puede ser un desafío de liderazgo, aunque en teoría es genial para los empleados, quienes pueden asumir múltiples funciones.
Sin embargo, también significa que los empleados perfectamente cualificados para una función pueden tener tareas que no son adecuadas, reduciendo drásticamente la productividad.
Por eso, y teniendo en cuenta que los equipos de DevOps despliegan numerosos procesos cada hora, las empresas necesitan automatizar sus pruebas para asegurarse de que todos los procesos también son probados y a un alto nivel.
Descubre la innovación
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