En qué se equivocan los responsables de TI cuando implementan la mejora continua
- Gestión de apps
La mejora continua consiste en realizar cambios graduales a lo largo del tiempo para agilizar los flujos de trabajo y reducir los residuos. En el momento, esos cambios y mejoras pueden ser muy sutiles, lo que los hace más difíciles de justificar. Cuando los responsables de TI no miran el panorama general, es fácil pasar por alto cómo estos pequeños cambios contribuyen a la mejora global.
Por ejemplo, digamos que un equipo está completamente centrado en medir el tiempo de despliegue. Pero el primer despliegue totalmente automatizado en producción tardó lo mismo que un despliegue manual. Con un bucle de retroalimentación adecuado, el equipo ve que tardó lo mismo porque había algunos elementos mal configurados. El siguiente despliegue tarda menos, pero sólo unos minutos.
Cada despliegue posterior lleva cada vez menos tiempo. Sin embargo, se necesitaron varios meses y múltiples intentos para pasar de las implantaciones manuales de dos horas a las automatizadas de 15 minutos. Con un enfoque intensivo en el tiempo de despliegue, esto puede no parecer una mejora significativa dado el tiempo que se tardó en llegar. Sin embargo, en este caso, el equipo estaba tan centrado en el tiempo de despliegue que no tuvo en cuenta otras mediciones importantes, como el número de correcciones de emergencia creadas después de que el equipo empezara a automatizar el despliegue.
Si hubieran examinado esas cifras antes de la automatización, se habrían dado cuenta de que enviaban un puñado de correcciones de emergencia después de un despliegue manual, pero, casi de la noche a la mañana, esas correcciones de emergencia cesaron después de introducir la automatización. Las mediciones y mejoras críticas como éstas se pasan por alto fácilmente cuando el liderazgo se centra demasiado en la visión general.
Cómo empezar
Cuando se trabaja en TI, hay muchos problemas que resolver con un número finito de personas y un tiempo limitado para solucionarlos. Es tentador intentar resolver los problemas al mismo tiempo. Al fin y al cabo, sólo se están haciendo pequeños cambios.
Sin embargo, para que se produzca un cambio real, hay que hacer varios cambios pequeños a lo largo del tiempo. Elija uno o dos problemas para resolverlos y concéntrese en ellos hasta que llegue a un buen punto de parada; entonces, pase al siguiente problema.
Además, sepa qué y dónde medir. Con los datos en la mano, puede adoptar un enfoque informado para diseñar mejoras. Nunca se conforme con pensar que no hay más mejoras porque, inevitablemente, se demostrará que está equivocado cuando su competencia lo haga mejor y más rápido.
Asegúrese de que su organización o equipo se dedica al aprendizaje permanente, quizás experimentando con la ingeniería del caos para ver cómo responde el sistema. Esto dará lugar a importantes conversaciones y a la justificación de las mejoras, así como a una valiosa retroalimentación.
Toda organización de TI se beneficia de la adopción de la mejora continua y descubrirá que promueve la innovación y ayuda a mantener una ventaja competitiva. Es fácil tener una visión demasiado limitada de los pequeños cambios. Pero con una visión estratégica y de alto nivel de la mejora continua, el liderazgo verá los beneficios.
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